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ROBERTO ENRIQUEZ LAVAUD
Roberto Antonio Enríquez Lavaud, nacido el 14 de julio de 1968, es el segundo de seis hermanos. Sus padres Ivonne Marie Lavaud y Manuel Roberto Enríquez Álvarez criaron a sus hijos en el seno de una familia de valores cristianos.
La familia paterna se establece en Venezuela en el año 1961 con la llegada del abuelo Manuel Enríquez, quien fue preso político del régimen castrista y la familia materna echa raíces en el país con la llegada del abuelo Don José Lavaud, un migrante de la isla de Martinica. El mismo destaca en el área empresarial y junto a su hijo Carlos, son refundadores del popular equipo de la Liga de Béisbol Profesional de Venezuela, los Navegantes del Magallanes.
Creció con el testimonio vivo de la lucha contra la opresión.
De pequeño, Roberto enfrentó problemas para caminar. De allí su agradecimiento con el Hospital Ortopédico Infantil de Caracas, institución que lo ayudó a caminar sin problemas. Un episodio que forjó un carácter esperanzador en su forma de ver las dificultades.
Es abogado, egresado de la Universidad Santa María.
Fue dirigente estudiantil logrando ser el secretario general de la Alianza Nacional Estudiantil. En el año 1989 se muda al estado Zulia donde se incorpora al comando de campaña de Oswaldo Álvarez Paz para la gobernación del estado, siendo esta su primera responsabilidad política.
De vocación social y política en la democracia cristiana.
Destacando en filas del partido COPEI, fue escalando posiciones. Ha sido secretario nacional de formación política, miembro de la dirección nacional, secretario nacional de participación ciudadana, vicepresidente nacional y actualmente presidente nacional y vicepresidente la Organización Demócrata Cristiana de América.
En el año 2006 fue jefe de campaña del candidato presidencial Sergio Omar “El Cura” Calderón, quien posteriormente declinó para apoyar a Manuel Rosales.
En 2010, es electo diputado a la Asamblea Nacional por el estado Miranda, participando en el primer dialogo entre la oposición y el Gobierno de Nicolás Maduro con recordadas frases como “el modelo socialista que ustedes aplicaron fracaso” ó “Presidente: ustedes lo están haciendo muy mal”.
Roberto Enríquez, eligió la lucha por la justicia y la democracia, sacrificando sus empresas y su libertad, actuación que lo llevo a refugiarse en la residencia del embajador de Chile luego de que fuera acusado por un tribunal militar que pretendía encarcelarlo. Allí estuvo cuatro años y medio siendo el venezolano que mas tiempo ha estado en esa condición en una sede diplomática. Su permanencia allí fue activa, aportando firmemente en la organización política, así como en la lucha democrática.
Luego de intensos esfuerzos del Nuncio Apostólico y el gobierno chileno logra salir de la sede diplomática chilena, con el archivo de su causa judicial, para incorporarse inmediatamente en la comisión negociadora de México, siendo uno de los miembros del equipo opositor de la Plataforma Unitaria Democrática.
Roberto, es un político reformista y demócrata cristiano; de fuertes convicciones en relación a la familia, la vida y en su preferencia por los más vulnerables de la sociedad. Heredando las consecuencias del torbellino político de los 90, promoviendo serias reformas a la política e identificándose con la frase “no se trata de la vieja o la nueva política, se trata de la buena o la mala política”. Caracterizado por llevar un mensaje de esperanza y humanismo cristiano de la mano de los valores como columna vertebral de la sociedad.
Cree en la convicción de un gobierno de transición gradual, que lleva al país a una evolución económica, prospera, libre, humanista y con estabilidad política.
Actualmente y después de un proceso de consulta amplio con las direcciones municipales y regionales de su partido, se ubica como el abanderado de la Unidad Democrática dentro del partido Demócrata Cristiano COPEI.